El Derecho Preventivo Vs. El Derecho Correctivo

El Derecho Preventivo Vs. El Derecho Correctivo

Hoy quiero platicarte sobre los beneficios del derecho preventivo vs. el derecho correctivo.

Generalmente, cuando se piensa en los abogados, la imagen que viene a la mente es la de los litigantes.

Desgraciadamente, el litigio es una realidad de nuestra sociedad, algo que, aún cuando lo ideal sería que no lo hubiera en tanta cantidad, es ineludible en muchas ocasiones y son los abogados litigantes los que tienen la obligación de representar a sus clientes para defenderlos o bien para recuperar aquello que, por derecho, le corresponde a su cliente. Esto es el «derecho correctivo».

Por otro lado, tenemos el “derecho preventivo”.

Este tipo de práctica jurídica es la que busca proteger los intereses del cliente antes de que haya conflicto.

Es decir, se busca preparar y documentar las transacciones, ya sean civiles, mercantiles o laborales, de tal forma que los derechos y obligaciones de las partes queden tan claras que no haya lugar a dudas y que busca establecer, previo a un incumplimiento, las consecuencias de éste de tal forma que, para las partes haya un elemento adicional que las conmine a no incumplirle a su contraparte.

Es mas barato prevenir que lamentar

Para un empresario es muy importante considerar que, sale mucho más barato prevenir que lamentar, ya que siempre será más económico contratar a un abogado para que prepare un contrato bien hecho, “con toda la mano”, que - eventualmente - contratar a un abogado que litigue, en la vía que corresponda, para obtener el cumplimiento de las obligaciones incumplidas o bien el pago de los daños y perjuicios causados.

También, siempre será más económico contar con el respaldo de un abogado que, previo a que el problema se vuelva inminente y se convierta en una crisis evalúe, mediante una auditoria legal, ya sea de la empresa en su conjunto o bien de cierta operación específica, los riesgos que el cliente este corriendo, los cuales en algunos casos serán salvables.

Por lo anterior, ámpliamente te recomiendo que aproveches las bondades del derecho preventivo para que tus operaciones, sean éstas chicas, grandes, cotidianas o extraordinarias, se encuentren siempre bien armadas, bien documentadas y bien protegidas.

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